En los últimos años, el cine ha experimentado un enorme interés por las películas de terror, ya que resultan ser producciones muy baratas y que terminan siendo muy rentables con una pequeña recaudación. Series súper populares como The Walking Dead o una relativamente reciente como La Maldición de Hill House y su secuela, La Maldición de Bly Manor, ha llevado esa inercia por el género a la televisión.