De acuerdo a fuentes oficiales, la noche del 03 de febrero, el tren se descarrilo en las cercanías del pueblo de East Palestine en Ohio, un poblado con un aproximado de 4,700 habitantes. Según una investigación realizada, un total de 38 vagones se descarrilaron y el incendio producido afecto a otros 12 vagones más. El tren que era operador por la compañía Norfolk Southern transportaba diversos productos químicos entre los que destacaba uno llamado Cloruro de Vinilo, altamente tóxico y es el que preocupa a los ambientalistas e investigadores en general.