Recién hace unos años se aprobó en varios países de Latinoamérica el cultivo de un trigo Transgénico HB4, muy a pesar de que un buen número de científicos, más de 1400 para ser exactos, de distintas universidades de la región, hayan expresado abiertamente mediante un comunicado las posibles y fatídicas consecuencias ambientales y sanitarias que podrían derivar de la elaboración de ese cultivo en la zona, gran parte de esto se está dando en Argentina.
Pero ¿Por qué se esta aprobando un producto que podría ser potencialmente muy dañino para el ecosistema? Pues resulta que este tipo de trigo es resistente a las sequías y además también es resistente a los herbicidas más fuertes, garantizando un 100% de cosecha y 0 pérdidas.
También conocido como trigo genéticamente modificado, es un tipo de trigo que se logra mediante la combinación de diferentes especias con la intención de mejorar la productividad de los cultivos. Y ya que el trigo, junto con el maíz, arroz y la soja, constituyen la base de la alimentación mundial, se realizaron diversas investigaciones científicas que estuvieron enfocadas en mejorar la productividad de las mismas.
Fueron gracias a esas mejoras en la producción de alimentos que fue posible en los años 90 que la producción agropecuaria pudiera igualar la demanda de alimentos de la población mundial, y también gracias a diferentes mejoras tecnológicas. Esta variedad de trigo es producida a través de la ingeniería genética y se caracteriza por su respuesta ante la sequía, la semilla fue diseñada con la capacidad de soportar períodos de estrés de mayor duración sin detener la acumulación de biomasa, mejorando la estabilidad del cultivo y mejorando el rendimiento.
Por supuesto que los expertos en diversas ramas de la agronomía que se relacionan entre sí han emitido sus diversas opiniones respecto al uso de cultivos transgénicos. Diego Silva, quien es economista, pero también doctor en antropología del IHEID, en Ginebra, Suiza y que actualmente trabaja como investigador del Centro Internacional de Estudios Ambientales, en la misma ciudad, lleva 10 años estudiando los debates alrededor de los transgénicos en el mundo y desde 2018 estudia el desarrollo de la tecnología HB4, con la cual se modifico el trigo a transgénico en Argentina y otros países del Sur de América.
Ha hecho investigaciones con trabajo etnográfico en diferentes áreas como laboratorios, oficinas y campos experimentales por varios meses y pronto publicará sus hallazgos, pero en algo si esta seguro de informar y es que estos son un riesgo ecológico y social que el mismo ha podido confirmar después de una década de investigación tras usar dicha tecnología. El motivo de riesgo de la implementación de el trigo transgénico y que este conviva con el trigo natural es que se da el proceso de contaminación genética durante la polinización, generando un peligro para la siembra natural que difícilmente se podría lograr nuevamente.
¿Será posible que esta sea la nueva forma de alimentación que veremos en un futuro cercano? Déjanos saber tu opinión en la sección de comentarios.
Te invitamos a leer nuestro artículo sobre: Cultivos en el desierto.
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