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La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas) es la encargada de monitorear el clima que se genera en el espacio y eso incluye las tormentas solares y las eyecciones de masa coronal que se produce en nuestro astro rey. En los últimos meses ha informado de forma constante sobre los azotes que recibe nuestro planeta por las tormentas Geomagnéticas leves y moderadas.
Según la NOAA, estas tormentas no representan ningún peligro visible para el Planeta Tierra y que la única consecuencia visible de estas llamaradas energéticas son las Auroras Boreales que se presentan cerca de los polos, mostrando un inigualable show, digno de ver por lo menos una vez en la vida. Pero la verdad es que también se han registrado fallos en las transmisiones de radio, así como cierta inestabilidad en la red eléctrica de las latitudes más altas del globo.
Aunque las más recientes tormentas Geomagnéticas que se registraron eran de categorías débiles: G1 y G2, siendo la G5 la de mayor magnitud, estos sucesos registrados con las tormentas menores han puesto en relieve el daño potencial que podrían causar la más poderosa de las tormentas.
También conocida como tormentas solares, es una perturbación temporal de la magnetosfera terrestre que generalmente es causada por una onda de choque de viento solar o eyección de masa coronal que interactúa con el campo magnético terrestre.
Habiendo conocido en concreto de que se trata una tormenta solar o Geomagnética y lo que ha sucedido con la categoría más baja de las tormentas, consideramos prudente preguntar:
Según informes de la NOAA, la Tierra recibe el impacto de aproximadamente 2,000 tormentas solares débiles cada década y aún estas pueden representar un índice de peligro. Hace poco se dio a conocer la noticia de que 40 Satélites de StarLink se perdieron después de que una tormenta solar los sacara de su órbita y esto representa una pérdida de grandes proporciones para la empresa de Elon Musk.
En el año de 1989, antes de la llegada del Internet, una tormenta solar bastante fuerte dejó sin energía eléctrica a un aproximado de 6 millones de personas en Canadá además de causar problemas en la Bolsa de Valores de Toronto porque la carga energética daño uno de los computadores principales. Es triste saber que tantos años después de lo sucedido en ese entonces, aún no estemos preparados para una Tormenta Geomagnética más potente que las recibidas últimamente.
El Internet a nivel global depende de el cableado submarino y con los repetidores de estos desprotegidos, es muy probable que se dañen con facilidad en la próxima gran tormenta solar potente, trayendo consigo el riesgo de dejar al mundo entero completamente desconectado de Internet por varios meses causando un apocalipsis electrónico.
La frecuencia de estas tormentas se asocia con el ciclo de actividad solar, el cual se acerca a su punto máximo en el año 2025, por ello están van en aumento y cada vez serán más fuertes. Por eso resulta inminente prepararnos para este futuro cercano, que no nos vaya a agarrar desprevenidos y nos toque enfrentar una situación de la cual no podamos encontrar una solución próxima.
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