Es común que siempre estemos buscando formas de cambiar de look y nuestra piel o cabello son los que suelen sufrir en el proceso, casi siempre. Un ejemplo claro de ello es cuando se insiste en tener cabello rubio cuando naturalmente se tiene oscuro o cuando se alisa para hacerlo más manejable siendo de hebra rizada, se somete al cabello a procesos exhaustivos de mantenimiento que requieren de tratamientos químicos que tampoco suelen ser saludables.
La idea de usar un color de cabello muy exótico o extravagante es de las últimas tendencias, sin embargo, con ellos son los que el cabello más sufre ya que es necesaria una decoloración a un nivel extremo para que se puedan lucir correctamente. Luego vienen los famosos tratamientos de reparación capilar que se vuelven necesarios y aunque ahora el mercado ofrece soluciones menos agresivas que las antiguas, todos estos procesos al final poco o mucho pero siempre terminan en un cabello seco, maltratado, sin brillo ni vida y necesita urgente de una solución para recuperarle de forma pronta.
Al final, de una u otra forma seguimos dañando nuestro cabello con productos que buscan reparar otros daños y terminamos con el pelo aun más maltratado que al principio. La buena noticia es que podemos devolverle su belleza natural con un poco de paciencia y siguiendo los siguientes pasos:
El lavar el cabello es muy necesario, pero si este está teñido, el color se ve muy alterado y el cabello suele ser más frágil estando húmedo que seco, por lo tanto, es importante mimarlo un poco antes de lavarlo y se puede hacerlo cepillando con sumo cuidado para deshacer cualquier nudo, luego aplicando una mascarilla de medias a puntas.
Cuando un cabello ha sido demasiado alterado por productos químicos, su ph también se ve comprometido y se vuelve más alcalino. Por lo que es importante elegir tratamientos posteriores al proceso que se llevó a cabo cuya formulación sea ácida para reequilibrar el ph neutro del cabello. Los champús libres de sal son de lo mejor en este cuidado.
Aunque no te des cuenta, pero el secado es casi tan relevante en importancia para la salud y recuperación del cabello. Al realizar esta acción nunca debes restregarlo, debes usar una toalla de buen gramaje y hacerlo a toques. Volver a peinar con un peine ancho y aplicar un serum o aceite reparador. Se recomienda dejar que el cabello se seque por si sólo al aire libre, pero en el caso de que se necesite usar una máquina secadora por obligación, puedes usarla a bajo calor y siempre usando un protector térmico, llevando de raíces a puntas para dar forma y procurando no acercar mucho la boquilla al cabello para no cargarlo más de calor. Cero usos de planchas o tenazas, su calor es demasiado agresivo.
Sigue estos pequeños pero sencillos consejos para darle un respiro a tu cabello y devolverle la vida que ha perdido después de tanto proceso químico que hemos puesto sobre el. Dar amor al cabello es parte de la presentación de una persona que cuida de sí mismo.
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