Al pensar en una isla, lo primero que se viene a nuestra mente es un sitio paradisíaco, lleno de playas con arenas blancas, palmeras y un interesante calor que te motiva a quedarte disfrutando del agua del mar el mayor tiempo que se pueda pero déjanos decirte que a pesar de que una isla tenga todas estas características, no todas son aptas para entrar en ellas, relajarse y disfrutar de un tiempo agradable en familia o con amigos, hay islas que aunque a simple vista se ven espectaculares una vez que estés en ella desearas no haberte acercado siquiera y hoy te contaremos todo acerca de una de esas islas, La Isla de las Cobras.
Mejor conocida como la Isla de Queimada Grande y ubicada en las costas de Brasil, se trata de una isla de tamaño considerable que es el cálido hogar de una de las serpientes más venenosas y por lo tanto más peligrosas de todo el mundo. Ubicada a tan solo 30 kilómetros de la costa paulista del país suramericano, a lo lejos se ve como una preciosa isla que aparenta ser muy tranquila pero que guarda muchísimos peligros para el ser humano y todo ser vivo que se acerque a ella, eso hace claro la gran cantidad de restricciones que se han colocado sobre ella para evitar desgracias.
Al acercarse a las costas de la isla es posible ver un enorme cartel que está colocado allí con una advertencia para todos los navegantes el cual dice que esta prohibido el desembarque en dicho territorio para cualquier persona por el enorme peligro al que se estarían enfrentando que podría representar la pérdida de su vida. El acceso al ser humano está prohibido por completo pero aún así hay muchos aventureros que se atreven a ingresar con la intención de obtener alguno que otro ejemplar de las increíbles serpientes que allí se encuentran, las cuales se llegan a cotizar hasta por 30,000 dólares en el mercado negro.
El gobierno brasileño ha buscado por todos los medios el evitar que las personas ingresen a la isla ya que en ella se encuentran serpientes con niveles de veneno mucho mayores que los que se encuentran en el continente. A lo largo de los años, estas serpientes han logrado evolucionar tanto que cazan animales muchos más grandes que ellas, y por tanto, han desarrollado un veneno mortal. Se cuenta que puede haber un ejemplar por cada metro cuadrado de la especie Bothrops insularis, que llega a medir hasta 70 centímetros de largo.
Los pescadores más cercanos a la isla cuentan leyendas de todo tipo para evitar que cualquier humano pise el lugar, aunque a veces no lo han conseguido y el gobierno se ha encontrado con un buen susto, cadáveres de aventureros que no escucharon a las advertencias y pagaron con sus vidas tal intromisión imprudente. Muchas leyendas se cuentan para evitar que las personas se acerquen pero la que más cuentan es que la isla fue llenada de serpientes venenosas por piratas que usaban dicho territorio para esconder sus tesoros, no se sabe a ciencia cierta como es que estas serpientes llegaron allí pero de que han hecho de la isla su hogar para siempre es inevitable.
En la actualidad, la isla es visitada únicamente por unas pocas personas pertenecientes al departamento de Medio Ambiente y Conservación de parte del gobierno brasilero, los que ingresan cada cierto tanto al año para obtener algunos especímenes y observar el comportamiento de estas y el como se van desarrollando, también para la extracción de su veneno y así se puedan elaborar antídotos en caso de ser necesario, estos llegan abriéndose camino entre las cientos de serpientes que se desplazan por la arena y las rocas, hasta llegar a una pequeña caseta de concreto en donde tienen su equipo para su trabajo de investigación, siendo esta la única edificación al interior de la isla.
¿Qué opinas de este interesante lugar? Déjanos saber tu opinión en la sección de comentarios. Te invitamos a leer nuestro artículo sobre Lugares prohibidos de visitar.
¡Comentarios de la comunidad!
Para poder comentar necesita ingresar a su cuenta, si no tienes una cuenta puede crear una