En la historia del mundo siempre se ha buscado destacar a todos aquellos personajes que han creado un hito importante en el logro de muchas situaciones o momentos eclipsantes, pero suele suceder que si la persona en cuestión que ha logrado dicho hito es una mujer, está suele ser relegada a la sombra y dado todo mérito de sus trabajos u obras a los hombres más cercanos a ellas. Marie Curie fue un ejemplo de ello y así como ella, muchas más tuvieron que pasar por esa problemática de discriminación de género.
Sin embargo, muchos de los importantes acontecimientos que sucedieron en la historia y que abrieron pasó a grandes logros y avances, tuvieron detrás de ellos a una o varias mujeres con las más grandes capacidades de lograr lo que sea que se propongan. La NASA fue un lugar que tuvo a muchas mujeres trabajando para los grandes proyectos espaciales y muchas de ellas eran mujeres de color que sufrían del racismo constante por el color de su piel, sin embargo, sin el importante trabajo de estas mujeres no habría sido posible que el hombre llegara a la Luna y una de esas féminas tan increíbles fue Katherine Johnson, una calculadora humana que hizo los cálculos para poner por primera vez en órbita a un hombre.
Katherine fue desde muy niña una mente privilegiada, era una pequeña afroamericana que tenía una enorme fascinación por los números. Siempre contaba todo, los pasos para cruzar la calle, el número de estrellas que veía en el cielo, las cuadras que recorría de su casa a la iglesia, todo para ella eran los números, los entendía y los amaba. Katherine vivió en una época de los Estados Unidos en la que la segregación racial todavía era una realidad y muy a pesar de las escasas oportunidades que tuvo para desarrollarse logró convertirse en una de las Matemáticas y científicas espaciales más importantes de la historia.
Katherine nació un 26 de agosto de 1918 en el pueblo de White Sulphur Springs, en la Virginia Occidental. Durante esa época la segregación racial era un problema latente que afectaba enormemente a la comunidad afroamericana pero los padres de Katherine se negaban a que ella no pudiera desarrollarse con todo el talento que ella poseía, por lo tanto decidieron mudarse de dicho lugar hacia un sitio donde ella pudiera encontrar las condiciones necesarias para estudiar todo aquello que le apasionaba y lo lograron. Se graduó a una temprana edad y a los 18 años ya había logrado su título en matemáticas y francés.
Las circunstancias y su gran capacidad la llevaron a trabajar en la NASA, ya que se dio cuenta que esta buscaba mujeres afroamericanas para realizar tareas de cálculos en el Departamento de Guía y Navegación. La misma se encontraba en plena carrera espacial por conquistar el espacio y dando su pistoletazo de salida debido al lanzamiento del Sputnik 1 por parte de la Unión Soviética años después. Como experta en matemáticas y geometría, su trabajo consistía en realizar todas las operaciones y comprobaciones de cálculo que eran requeridos por los ingenieros aeronáuticos, este era un trabajo que las mujeres de color hacían sin preguntar nada.
Katherine rápido se fue destacando no solo por sus capacidades sino también por su liderazgo, que ha pesar de que se hubiera enfrentado a múltiples obstáculos por ser mujer y ser una mujer de color no le impidieron en convertirse en una de las científicas aeroespaciales más importantes del programa de la NASA en aquella época y de la historia de la misma. Fue La encargada de hacer los cálculos del Proyecto Mercury y también de la trayectoria parabólica del Mercury Redstone 3 en el cual viajo el astronauta Alan Shepard, pero su magnífico trabajo no terminó allí ya que también gracias a ella se calculo la trayectoria del Apollo 11 que llevaría al hombre a la Luna en el año 1969.
Una importante mujer que merece ser exaltada por toda la historia. Déjanos saber tu opinión en la sección de comentarios. Te invitamos a leer nuestro artículo sobre Las Mujeres Radioactivas.
Katherine Johnson fue una matemática y científica de renombre que trabajó en la NASA durante las décadas de 1950 y 1960. Su precisión y habilidad para realizar cálculos complejos fueron fundamentales para el éxito de las misiones espaciales, incluyendo el viaje a la Luna.
Katherine Johnson desempeñó un papel crucial en el programa espacial de Estados Unidos al realizar cálculos precisos que ayudaron a determinar trayectorias de vuelo, tiempos de lanzamiento y regreso, y reentradas atmosféricas. Su trabajo fue fundamental para garantizar la seguridad y el éxito de las misiones.
Katherine Johnson fue una de las primeras mujeres afroamericanas en trabajar como científica en la NASA. A pesar de enfrentar discriminación y barreras raciales, sus habilidades y contribuciones destacadas la llevaron a ganarse el respeto y reconocimiento de sus colegas y superiores.
Katherine Johnson recibió numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad en 2015, otorgada por el expresidente Barack Obama. Su historia también fue destacada en la película "Hidden Figures" (Figuras ocultas), que retrata la contribución de mujeres afroamericanas a la carrera espacial.
El legado de Katherine Johnson es el de una mujer excepcional que superó obstáculos y demostró la importancia de la diversidad y la inclusión en la ciencia y la exploración espacial. Su trabajo inspira a futuras generaciones a perseguir sus sueños y a no tener miedo de enfrentar desafíos.
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