Sabemos muy bien que todas las enfermedades son terribles, todas ellas tienen la capacidad de tomar nuestra vida o la de los que amamos sino tomamos control de ella pero pocas enfermedades son tan terribles como el Parkinson y Alzheimer. Estas enfermedades neurodegenerativas son tan terribles que una prácticamente borra por completo la memoria de quien la padece y todo aquel que es cercano al paciente se convierte en un verdadero extraño mientras que la otra provoca reacciones nerviosas que se traducen en temblores constantes, dejando a la persona queda totalmente desorientada.
Pero un faro de esperanza se encendió en el momento en que una mujer de nombre Joy dijo que podía oler algo en los pacientes que padecen de Parkinson, luego el Alzheimer y así comienza su historia. Joy Milne es una mujer escocesa que ganó notoriedad por su curiosa pero fantástica capacidad para detectar el olor característico de dichas enfermedades en personas, incluso antes de que se les diagnostique las mismas. Su habilidad se basa en la experiencia personal de notar un olor peculiar en su esposo de nombre Les, quien más tarde fue diagnosticado con Alzheimer.
Desde entonces, Joy Milne ha trabajado con investigadores y científicos de diversas partes del mundo, para estudiar su capacidad y su olfato extraordinario, lo que podría tener aplicaciones en la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer en las personas y todo basado en su olor. Su historia es un ejemplo interesante de cómo las personas pueden tener habilidades sensoriales únicas que aportan conocimientos importantes en el campo de la salud. La historia de Joy se hizo realmente notable ya que se basa en la poderosa habilidad para oler dicha enfermedad en las personas.
Milne notó por primera vez el olor peculiar en su esposo, Les, el que años antes de que ella empezará a percibir dicho aroma en él, se le diagnosticara la enfermedad de Parkinson. Aunque inicialmente y como era de esperarse, su olfato sensible no fue tomado en serio, después de la confirmación del diagnóstico de Parkinson de su esposo, Joy se involucró en investigaciones científicas. El Dr. Tilo Kunath, un investigador de la Universidad de Edimburgo, la puso a prueba y descubrió que Joy era capaz de identificar a pacientes con Alzheimer y Parkinson solo por el olor de sus camisetas.
Todo esto llevó a una investigación más amplia y colaborativa, en la que se descubrió que las muestras olorosas de las personas con dichas enfermedades tenían compuestos químicos específicos que eran diferentes de las personas sin la enfermedad. Este no es más que un grandioso e impresionante ejemplo de cómo las habilidades sensoriales de las personas pueden desempeñar un papel crucial en la investigación médica y la detección temprana de enfermedades.
Desde entonces, su contribución ha generado un mayor interés en el campo de la detección temprana de estos padecimientos y en cómo el olfato humano puede ser una herramienta valiosa en este proceso. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a la memoria y otras funciones cognitivas. Se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, que dañan las células nerviosas y dificultan la comunicación entre ellas.
Esto conduce a síntomas como la pérdida de memoria, la desorientación, la dificultad para realizar tareas cotidianas y cambios en la personalidad. El Alzheimer es la forma más común de demencia en el mundo, y desafortunadamente tiene cura, aunque existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas. La detección temprana y la investigación continúan siendo áreas clave en la lucha contra esta enfermedad.
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