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En el relato que fue ampliamente difundido por la comunidad médica, se narra que Inés se desmayó luego del procedimiento debido a la enorme pérdida de sangre pero que, momentos después recobró la consciencia logró pedirle a su hijo de 6 años que buscara ayuda. Hasta su hogar llegó el doctor Valle, responsable del hospital Dr. Manuel Velasco Suárez perteneciente a la comunidad del Río Talea. El especialista profundamente asombrado, suturó la herida de Inés y la trasladó a la clínica para que fuera atendida junto con su pequeño.
El diagnóstico afortunadamente fue favorable para ambos, ya que se encontraban en excelentes condiciones. Sin embargo, los médicos mencionaron lo peligroso que fue este procedimiento y la suerte que tuvo Inés de no tocar sus propios órganos vitales ni los de su bebé “Ya no podía pararme del dolor, si mi bebé moría, entonces decidiría que yo tendría que morir también. Pero si él crecía, yo lo vería crecer, pensé que Dios salvaría ambas vidas” fueron las palabras de la mujer.
Lo más sorprendente de todo lo anterior es que Ramírez no contaba con ningún tipo de conocimiento médico ni nada por el estilo, todo el proceso lo realizó a pura intuición e instinto de supervivencia. Fueron 12 largas horas de labor lo que tuvo que soportar esta valiente mujer y al final logró salvar ambas vida. Cuéntanos que opinas sobre esta interesante historia en la sección de comentarios.
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