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Los tardígrados, también llamados Osos de Agua debido a su forma y movimientos, constituyen un tipo de Ecdisozoos, dentro del reino animal, caracterizado por invertebrados, protostomos, segmentados y microscópicos.
Se podría decir que fueron descubiertos por primera vez en el año de 1773 por Johann August Ephraim Goeze y fue este quien los denominó ositos de agua, pues hacía referencia a la manera en la que caminan, la cual es similar al andar de un oso. Más tarde, el término Tardígrado, que significa de paso lento, fue dado por Lázzaro Spallanzani en 1777, justo por el paso lento de este animal.
Los tardígrados son organismos extremófilos, ósea que son resistentes a condiciones extremas, y cuentan con características únicas en el Reino animal como poder sobrevivir al vacío del espacio o soportar presiones muy altas, de 6,000 atm, pueden sobrevivir a temperaturas de -200 grados centígrados y hasta los 150 grados de calor, muy resistentes a la deshidratación prolongada, ya que pueden pasar hasta 10 años sin obtener agua y también resiste a la radiación ionizante.
La mayoría de los tardígrados son terrestres y habitan principalmente en los musgos, líquenes o helechos, pero también pueden habitar aguas oceánicas o de agua dulce, lo cierto es que su gran resistencia le permite habitar cualquier parte del mundo.
Los especímenes adultos mas grandes pueden llegar a verse a simple vista, porque llegan a alcanzar un largo de 0.5 mm de media mientras que los más pequeños pueden medir 0.05 mm solamente.
Estos tienen forma alargada o ovalada y pueden entrar en criptobiosis (metabolismo reducido) y se alimentan succionado líquidos vegetales o animales como bacterias, algas, criptomagas, rotíferos, nematodos y otros invertebrados microscópicos, normalmente absorben sus células y algunas veces el organismo completo. Poseen células eucariotas y se conocen un aproximado de más de 1000 especies de tardígrados. Aún son considerados como artrópodos y se cree que están conformados por 1000 células. Algunos tardígrados ponen sus huevos a la vez que mudan la cutícula, de tal forma que la puesta queda alojada en la cutícula que acaban de desprenderse y está les servirá de protección.
La cualidad más impresionante de los Tardígrados es quizá su capacidad y resistencia, en situaciones medioambientales extremas como el de entrar en un modo de animación suspendida conocida Criptobiosis o estado anhidrobiotico. Mediante un proceso de deshidratación, pueden pasar de tener el 85% de agua corporal habitual a quedarse con tan solo un 3%. Mientras se encuentra en este estado, la reproducción y el metabolismo del Tardígrado de reducen o se detienen por completo y pueden pasar en este estado hasta 4.4 años.
En el año 2016, científicos del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón consiguieron reanimar a ejemplares de tardígrados que llevaban 30 años congelados. Esta habilidad les permite sobrevivir a temporadas de frío y calor extremos, a la radiorresistencia y la polución. Se sabe que pueden sobrevivir a la inmersión en alcohol puro y en Éter. Científicos rusos declararon haber encontrado tardígrados vivos en cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior, lo que significa que también son capaces de sobrevivir en el espacio exterior.
En octubre de 2020, un grupo de investigadores del Instituto Indio de Ciencias, descubrieron una nueva especie que tiene unos pigmentos fluorescentes que les protegen de la radiación ultravioleta.
En definitiva, se puede considerar a esta criatura tan fascinante como prácticamente indestructible y esperamos que la ciencia nos pueda mostrar más de sus capacidades para poderlas usar a favor de la humanidad.
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