El procesar la pérdida de un ser querido puede ser un evento sumamente difícil y hasta traumático para quien se encuentra pasándolo. La idea de no volver a ver físicamente a un ser que se ha apreciado mucho en vida resulta ser un proceso doloroso y que muy pocos saben afrontar adecuadamente. Muchos desearían poder tener algo que les haga sentir que conectan con su ser amado aun después de la muerte.
Lo único que tenemos seguro en esta vida es la muerte misma, el ser humano ha hecho hasta lo imposible por sobrepasar a este hecho de vivir, pero en realidad es que es muy poco lo que se hace una vez nuestra alma abandona este contenedor que llamamos cuerpo, lo usual es que se realice un acto ceremonial en el que el cuerpo es cuidadosamente colocado en un ataúd de diferentes materiales y luego depositado en un agujero en la Tierra, el cual es sellado. A partir de ese momento es poco lo que se hace, algunos colocan placas con información personal del difunto, otros ponen arreglos florales o pequeños mausoleos y nada más.
Es ahí donde entra la compañía Bios Park con su innovadora y genial idea, creando uno de los primeros cementerios que se encarga de ofrecer un servicio funerario sustentable. La idea consiste en depositar los cuerpos, ya sea de humanos o mascotas, en urnas biodegradables, las que después se convertirán en un precioso árbol que luego los familiares y amigos podrán visitar con el paso de los años.
La compañía ofrece la opción de convertirse en diferentes tipas de árboles que su mismo equipo se encargará de cuidar y regar hasta que sea un árbol fuerte y que pueda valerse por sí mismo. Entre las variedades de árboles que ofrecen está La Hortensia, El Arce, Manzano rojo, Roble, etc para que tu cuerpo se transforme en un precioso árbol.
El principal objetivo de esta empresa es transformar los compuestos biológicos, que es algo que sucede con nuestro cuerpo cuando morimos, en fertilizantes de árbol y además ofrece campos forestales para que las personas puedan unirse en troncos familiares y sirvan de mausoleos comunitarios o mini bosques familiares.
A pesar de que la idea de desprenderse de un ser amado es demasiado difícil de aceptar, en este parque se ofrece la oportunidad de convertir los restos de ese ser querido en algo tan hermoso y que provee tanta paz como lo es un árbol y así cambiar la percepción de este evento como algo más llevadero y con un hermoso recuerdo.
En Bios Park se lleva a cabo una pequeña ceremonia funeraria en un pabellón que se encuentra en la entrada del parque, en donde se hacen todas las tradiciones de un funeral común en el que se recuerda al difunto con palabras y se comparten bocadillos. Al final de la ceremonia, los familiares toman la urna conteniendo sus restos junto a fertilizantes y la semilla del árbol elegido, para dirigirse al punto seleccionado y proceder a plantar la urna en el suelo.
Según comenta la directora del cementerio, los familiares vuelven constantemente después del día de entierro para visitar a su fallecido y cuidar de su árbol. Lo cierto es que, si lo pensamos bien, es mucho más cálido y reconfortante caminar por un bosque que visitar una fría lápida. Sin lugar a dudas, este tipo de iniciativas podría ayudar a muchos en el proceso de pensar en la muerte, aparte de que también es mucho más amigable con nuestro planeta, contribuyendo a la reforestación.
¿Qué opinas de esta iniciativa? Personalmente pensamos que es maravillosa.
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