El mundo tecnológico está cada vez más avanzado y parece que pronto nos sacara del mundo real para introducirnos en un mundo digital en el que prometen que las interacciones son cada vez más parecidas a las reales pero jamás iguales.
Para confirmar dicha teoría, un grupo de científicos de la Universidad de Carnigie Mellon, en Estados Unidos, descubrió como inducir sensaciones en la boca del usuario, tales como sentir un beso o el roce sobre los labios de diferentes cosas, por muy mínimas que sean, como las gotas de lluvia, todo esto en un entorno de realidad virtual, como el Metaverso de Mark Zuckerberg.
Lo que sucede con los entornos de realidad virtual es que ofrecen un estimulo hepático limitado para el usuario, esto según el estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad antes mencionada, que trabajan dentro del grupo de interfaces del futuro. Estas sensaciones se suelen ceñir a la vibración integrada en el dispositivo. Por el momento, llevar este tipo de estímulos a otras partes del cuerpo representa un verdadero desafío, especialmente si se busca llevar dicho estimulo de una forma agradable y práctica para el usuario.
Este estudio destaca que la boca está, sólo por detrás de la punta de los dedos, como la parte del cuerpo con mayor sensibilidad táctil. Debido a ello es que los investigadores han creado el diseño de una pieza de hardware que incorpora transductores ultrasónicos y que también es capaz de renderizar los efectos hápticos en la boca del usuario, gracias a su software. El informe entregado resalta que todos estos componentes están integrados en el casco de realidad virtual, por lo que no será necesario para el usuario el tener que portar algo nuevo o instalar algún dispositivo nuevo, ni en su casco ni en el lugar donde decida usarlo (habitación, oficina, etc).
El estudio indica que el usuario será capaz de tener sensaciones reales tanto en labios, como en los dientes y la lengua. Para lograrlo hicieron que se enfocará la energía acústica que transporta el aire hacia los labios y dentro de la boca, recreando sensaciones como vibraciones continuas y golpecitos leves. Los investigadores aseguraron que esto, al estar combinado y coordinado con un estimulo gráfico, los efectos se vuelven muy convincentes y realzando tanto la inmersión como el realismo.
Para poder poner a prueba su hardware, pusieron a prueba varios de los demos sensoriales que crearon, los cuales se basaban en experimentar sobre la sensación que producen las gotas de lluvia sobre la boca, salpicaduras, pasar rosando telarañas y hasta la sensación de insectos que se arrastran. El hardware fue implementado en un dispositivo Oculus Quest 2 pero los expertos indican que puede ser integrado a cualquier otro tipo de cascos o gafas de realidad virtual.
Este es en definitiva un avance tecnológico muy interesante que cada nos conectara cada vez más con el mundo virtual y que nos desconectara del mundo real que conocemos. Según los investigadores del proyecto, su aplicación no genera mucho consumo de energía, ya que apenas consume un 2.71 por ciento de batería por hora en los dispositivos Oculus y se espera que en las actualizaciones futuras del software, se reduzca aún más, almenos unos 0.1 vatios por hora.
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